24 de marzo de 2012

A 36 años del golpe de Estado, Galantini recordó a los desaparecido montecasereños





Memoria, Conciencia y Compromiso

El 24 de marzo es uno de los días más potentes de cada año para los argentinos, por su carga de memoria, conciencia y compromiso, y en ese sentido se desarrolló el acto en la ciudad de Monte Caseros frente al mural que se encuentra en el Paseo del Este organizado por el Gobierno local, a cargo de Eduardo Galantini y la Escuela Normal “Ramón J. Cárcano”, dirigida por Adriana Enriori.

En éste aniversario el intendente de Monte Caseros, Eduardo Galantini, acompañado por el Presidente del Centro de Veteranos de Guerra Avá Ñaró, Carlos Enriori, su gabinete, concejales y vecinos recordó a los compañeros desaparecidos y en especial a los montecasereños que fueron víctima de la dictadura más sangrienta que vivió el país.

Cabe recordar que el primero de agosto de 2002 fue sancionada la Ley 25.633 en la que se instituye el 24 de marzo como el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, para recordar y no olvidar.

El accionar de aquellos que llevaron a cabo tan siniestro plan fue dirigido a eliminar todo tipo de oposición social, política, religiosa y sindical apelando a cualquier tipo de metodología.

La dictadura provocó la clausura de las prácticas políticas e implementó sistemática y metódicamente una represión violenta. Se implementó la desaparición de personas como metodología impuesta por el terrorismo de Estado para intentar asegurarse impunidad por los delitos cometidos y con la palabra desaparecidos se nombro a quienes eran secuestrados, torturados y asesinados con ocultamiento de los cuerpos de las víctimas y sustracción de pruebas y rastros de lo sucedido .Las víctimas quedaron en un lugar impreciso entre la vida y la muerte.
En el año 1983 el país retorna a la Democracia y en esa transición democrática comienza la reconstrucción del relato histórico para que pueda ser transmitido y enseñado a la sociedad en general y a los jóvenes en particular. Era necesario no olvidar y un pueblo olvida cuando la generación poseedora de un pasado no lo transmite o lo que es peor lo oculta.

La comunidad a través de la transmisión de la memoria comienza el largo camino de reparación del daño sufrido. Esta reparación tiene que ver con la justicia, con garantizar a las personas el significado del paso por la vida. La reparación de la que hablamos cualifica el accionar de las personas y otorga a la memoria una función: generar condiciones que garanticen que el pasado este saldado pero no olvidado.

La escuela es uno de los lugares que mas favorecen la transmisión de la memoria y tiene un papel relevante en la formación política de los jóvenes para que puedan convertirse en ciudadanos participantes de una sociedad que sustente los valores de libertad, igualdad y reconocimiento del otro.

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